Los palos flamencos de Sevilla es lo que da nombre a lo que se conoce como cada uno de los estilos de cante, es decir, las diferentes modalidades que existen y se agrupan de forma distinta en función de su métrica, procedencia o el acompañamiento entre otras cosas. Los palos flamencos se distinguen por las influencias regionales o americanas, los fandangos y derivados o los cantes básicos. Cada palo tiene una estructura que tiene una parte fija y una variable.
10 palos flamencos de Sevilla que debes conocer
Los palos flamencos se distinguen por las influencias regionales o americanas, los fandangos y derivados o los cantes básicos. Cada palo tiene una estructura que tiene una parte fija y una variable. Para diferenciarlos, hay que fijarse en la métrica de la canción es decir, en el compás que tiene y en dónde está el golpe que es el acento musical. A continuación vamos a ver diferentes palos flamencos de Sevilla. Vamos a conocer las bulerías, el martinete, el romance, las rumbas, las seguiriyas, las sevillanas, la soleá, el tango, los tientos y las tonás.
Bulerías
Las bulerías son un paño que se caracteriza por ser vibrante, espontáneo y festivo. Son muy comunes en Jerez de la Frontera, Utrera y Cádiz. Las bulerías tienen un compás de doce tiempos así que podría ser uno de los más complicados de llevar a cabo. Puede tener improvisaciones de todo tipo para así conseguir su carácter alegre y divertido.
Se dice que las bulerías provienen del cante por soleá que veremos más adelante. Este palo apareció a finales del siglo XIX y se fundó en Cádiz. Hay dos variantes de la bulería. Unas son las bulerías al golpe, que tienen un ritmo más lento, y las bulerías ligadas, que son para bailar.
Martinete, uno de los principales palos flamencos de Sevilla
Es un cante con copla de cuatros versos octosílabos. Su originalidad proviene de las herrerías y tiene un tono triste y monocorde. Se canta sin guitarra, aunque hay sonidos que le pueden acompañar golpeando algo de metal.
Existen dos tipos de martinete: el de la carcelera, que es el más antiguo, y el actual, también denominado el natural y el redoblado. El nombre martinete no es casualidad, y es que hace referencia al martillo con el que trabajaban los herreros.
Romance
El romance ha adoptado a la guitarra como su acompañante dentro de la estética flamenca. También se puede interpretar ‘a palo seco’. Se cree que los romances nacieron de recoger restos de canciones de las huellas que dejaron diferentes razas en Andalucía. Por eso no se le atribuye el romance a ningún pueblo ni localidad en concreto.
Es el estilo primitivo del flamenco y del que posteriormente salieron las tonás. Es común que tengan toda la misma estructura melódica y por eso sea fácil distinguirlos.
Rumbas, otro de los principales palos flamencos de Sevilla
La rumba flamenca es un palo movedizo que no se parece a los demás palos del arte flamenco. Se define como fiestero y es habitual de celebraciones y ferias.
En este palo podemos encontrar voces tanto femeninas como masculinas acompañadas de ejecuciones instrumentales. Este estilo proviene de la mezcla del flamenco con la rumba cubana, y se dio a conocer en teatros y espectáculos. Los artistas flamencos fueron adoptando este género y le añadieron instrumentos como la guitarra flamenca o las castañuelas.
A diferencia de otros palos en la rumba flamenca, el baile tiene sus propias características. En esta ocasión, los hombros, la cadera y la pelvis tienen un papel importante ya que se utilizan para dar cierta sensualidad y movimiento.
Seguiriyas
Es uno de los palos flamencos más antiguos y el que más variables en el arte flamenco ha provocado posteriormente. Se crearon entre Cádiz y Sevilla con los puertos, Jerez de la Frontera y el barrio de Triana como focos principales.
Es un cante de carácter tráfico que se conoce como un cante puro y jondo debido a sus letras doloridas sobre las relaciones humanas, el amor y la muerte.
Se interpretan sin acompañamiento ante las seguiriyas, pero actualmente se acompaña de la guitarra y de diferentes cambios de tono que hace que resulte más difícil de interpretar.
Sevillanas, entre los principales palos flamencos de Sevilla
Antiguamente se denominaban seguidillas sevillanas. Es un palo flamenco típico de Andalucía como los demás, pero este sobre todo en Sevilla.
Es uno de los bailes y cantes más populares de España y se canta en distintas ferias de la provincia de Sevilla. En las romerías también es muy común o en diferentes festividades. Se interpretan siempre en series de cuatro y se componen de cuatro versos simples con un estribillo de tres. La estructura formal de una sevillana es siempre la misma: introducción-salida-vuelta-salida-vuelta-salida-cierre.
Soleá
Este es otro de los palos flamencos existentes y es uno de los estilos más fundamentales del flamenco porque contiene todas las características de esta disciplina. El tempo que lo caracteriza es lento y pesado, pero su compás es igual que el de las bulerías o alegrías.
Es común en la soleá que el baile sea ejecutado por una solista que haga movimientos femeninos con los brazos y el cuerpo mientras lo acompaña con un zapateado.
Tangos, otro de los principales flamencos de Sevilla
Este palo contiene copla y están compuestos por tres o cuatro versos octosílabos. El tango es un baile alegre y animado, siendo también uno de los palos básicos del flamenco.
El tango flamenco nació en Cádiz y Sevilla, aunque se contempla la posibilidad de que nació en el barrio negro de la Habana porque en Sudamérica tienen mucha influencia de este palo.
Tientos
Los tientos contienen tres o cuatro versos octosílabos y les sigue un estribillo. Aparecen después del tango flamenco ya que tiene influencia del mismo.
Se dice que los tientos son originarios de Jerez o Cádiz e intentan alejarse del aroma festero del tango para poder crear algo más grave.
Tonás, entre los principales flamencos de Sevilla
Tiene sus orígenes en los romances castellanos y todas las tonás responden a una misma línea melódica, solo que se diferencian por las letras. Es un palo que no está aún muy cultivado por los cantaores modernos.
Vivir tan de cerca el arte flamenco nunca había sido tan fácil. Ahora que ya conoces todos los palos flamencos y sus características, estás preparado para disfrutar de ellos en un tablao flamenco, y un buen sitio para hacerlo es en el Tablao Álvarez Quintero.